Muchas veces parece que con la llegada del verano, la proximidad de las vacaciones y esos ansiados momentos de relax y desconexión de nuestra rutina, nos invade una cierta sensación de despreocupación, una idea de que por unos instantes todo vale y nos encanta dejarnos llevar por el momento. ¡Qué bonito, pasear al atardecer por los puestos de los mercadillos y adquirir artículos increíbles a precio de ganga! Y ¿Por qué no? Comprar varios de los últimos modelos en gafas de sol para ir conjuntados con nuestros “outfits” veraniegos.
Pues este simple acto ingenuo de adquirir las gafas de sol no homologadas os puede traer devastadoras consecuencias; para empezar unas gafas de sol no homologadas pueden dañar tu vista considerablemente. Debido a su fabricación con lentes y materiales de baja calidad pueden causar efectos en tu visión de distinta índole:
- Crean distorsiones, borrosidades que afectan negativamente a tu visión
- Aumentan los riesgos de deslumbramiento y adulteración de los colores, llegando a producir accidentes.
- Otros de los síntomas que pueden provocar son mareos, fatiga, cefaleas, cansancio visual, malestar y fotofobia.
- Además, ten en cuenta de que estas gafas no protegen de la radiación solar, provocando así inflamación y quemaduras en los párpados, fotoconjuntivitis y queratitis.
- A medio plazo, puede crear y acelerar las cataratas y producir degeneración macular de la retina lo que causa pérdida de la visión progresiva .
- En los ojos de los niños y adolescentes, pueden causar daños directos y graves ya que sus estructuras aún no se han formado por completo.
Así que, antes de adquirir unas gafas, ya sean en mercadillos, gasolineras, o tiendas de moda dónde vendan complementos de baja calidad, asegúrate de lo que estás comprando porque lo barato te puede salir muy caro. Para ello te vamos a dar algunas pistas de cómo reconocer si unas gafas de sol son homologadas o no.
- Fíjate en que las lentes y la montura están fabricados con materiales de calidad
- Debe cumplir el estándar europeo sobre gafas de sol (EN 1836:1997).
- Deben llevar el marcado CE europeo de forma indeleble, la identificación del fabricante y el modelo de la gafa.
- La montura debe estar libre de aristas vivas y rugosidades.
- Los lentes o filtros deben estar exentos de arañazos, estrías, burbujas, fisuras, irregularidades y deformaciones
- Debe figurar de forma indeleble la categoría del filtro de los lentes del 1 al 4 (indica la cantidad de absorción lumínica, NO de absorción de radiación).
- Debe filtrar o eliminar la radiación ultravioleta UV nociva por debajo de los 400 nm.
- Debe ir acompañada de un folleto o instrucciones para el usuario.
Invertir en unas gafas de sol homologadas es invertir en seguridad y salud, no sólo en moda. Recuerda que su principal misión es protegernos contra la radiación ultravioleta e infrarroja previniendo el riesgo de aparición de enfermedades asociadas con estas radiaciones. Además de mejorar el contraste de las imágenes y no modificar los colores naturales del entorno, ofrecen una mayor comodidad visual, ya que minimizan la intensidad de luz ambiental. También evitan la aparición de sequedad ocular, y nos ofrece una mayor seguridad en la conducción al minimizar los deslumbramientos producidos por los reflejos de la carretera.
En definitiva, unas gafas de sol no son sólo con complemento de moda, sino que nuestra salud y bienestar pueden depender de ella. Evita adquirirlas en establecimientos no homologados y sobre todo, cuida la visión de tus hijos y no les pongas cualquier modelo de gafas de sol “irresistiblemente monas” que has comprado en el bazar de la esquina. Pueden causarles más perjuicio que beneficio.